lunes, junio 11, 2007

Piura

Hace como 15 años que no iba a Piura, una ciudad que recordaba como soñolienta, dejada en el tiempo, con pocos recursos. Las veces que había ido, había sido siempre en los meses de verano, cuando hacía un calor bárbaro y uno se pasaba de las 11 de la mañana hasta las seis de la tarde en alguna hamaca, a la sombra de algarrobos, tomando el clarito. Hoy se ha modernizado, es mucho más frenética y cuenta con todos los establecimientos, propios de una ciudad. Hay dinero, se nota. Un taxista nos cuenta que la primera fuente son los limones, luego el arroz y el algodón. Pero, comparada con otras ciudades del Perú, ha logrado conservar su antiguo encanto. Es una ciudad verde, a la sombra de gigantescos y añosos algarrobos que aquí son un orgullo y no son maltratados. Uno puede tranquilamente deambular por sus calles o descansar en alguna de sus numerosas plazoletas risueñas. Los iqueños que habían venido a un curso de capacitación en procesamiento de la algarroba y manejo sostenible de bosques se quedaron muy imresionados. Ica es como el Oeste Salvaje, caótica, bulliciosa, violenta. En Piura hay urbanidad y buen gusto. A ningún alcalde se le ha ocurrido cortar los viejos tamarindos, ficus y algarrobos de la Plaza de Armas y plantar palmeras miamescas en su lugar, por ejemplo. Ahora, Piura es una ciuda súper católica. Es más, el Opus Dei está metido en la Universidad Privada que a su vez financia un extenso programa de investigación del algarrobo y de los bosques secos, así como proyectos de reforestación y apoyo técnico a las comunidades rurales. Esto, por cierto, contradice desconcertantemente mi acusación a la Iglesia Católica en un post anterior... En Piura también hay muchos gatos. Prácticamente hay un gato en cada casa, lo cual, siendo yo gatuna, me la hace aún más querida. Por lo demás, en Piura se come como los dioses, aún en los restaurantuchos más humildes, y la gente es muy amable, no afectada por la hostilidad paranóica que se vive en Lima, por ejemplo, o en Ica, puesto que es ajena al conflicto costeño-andino. En fin, me he vuelto a enamorar de Piura.


Viejo puente peatonal sobre el Río Piura


Vista desde el puente peatonal del Puente Grau






Plaza de Armas




Garza "Huaco"


"Mata Cojudo"


Flor del "Mata Cojudo"
















































Alegórica pintura de la muerte de Miguel Grau (Casa Museo de Miguel Grau)


Dueña de la dulcería "La Españolita", con 70 años de antigüedad

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Claudia, Mi nombre es Ronny Isla, soy periodista de la págian web de El Comercio y escribí un artículo en uno de nuestros blogs ("Tercer Planeta") sobre El Cañoncillo. Entre los enalces de interés que recomendé está el de tu post sobre este maravillosos bosque. Puedes ver el artículo del que te comento desde este dirección: http://blogs.elcomercio.com.pe/tercerplaneta/
Muchos saludos!!!

Anónimo dijo...

Claudia
Estos artículos me mantienen vivo y sigue viva mi peruanidad, aunque me tilden de huachafo.
Voy a seguir leyendo y viendo todo lo que pueda cada día. Primera vez que me animo a ver un blog... guau..!
Saludos desde japón.
Miguel

Ah.. sólo dos gatos...? ah bujuju...!

Anónimo dijo...

hola: cuando empeze a leer que hace 15 años que no ibas a piura me senti identificada, aunque yo no voy hace 12, pero al ver la fotos, una gran melancolia me embargo y hasta no pude reprimir algunas lagrimas, esa es mi tierra y alli quiero morir aunque mas me gustaria vivir alla , que es el unico lugar donde he sido feliz, y por eso regresare. faviola

Anónimo dijo...

hola sabes creo q este articulo es el mas ridiculo y una perdida de tiempo al verlo .ojo hay muchas cosas mejores d que observar de piura y estas imagenes son tan erroneas y falsas como el q a tomodo estas fotos dediquese a otra cosa!!!!