lunes, agosto 21, 2006

Estábamos, entonces, en eldesierto





















Esto es todo lo que me fue permitido cargar. Ya no sé qué decir, hasta...

La rata no quiere morir

Una rata que cae en un torrente nadará como loca en dirección de la orilla y no va a detenerse ni medio segundo para preguntarse para qué diablos querrá sobrevivir. Con esa misma obstinación vuelvo a la carga. Estábamos, entonces, en el desierto...

martes, agosto 08, 2006

Nada dura para siempre


Sexto día consecutivo que acudo a la cabina de internet y sigo sin poder subir imágenes al blog, a pesar de haber probado todas las sugerencias de solución de de la Ayuda Blogger. Sólo me ligó la calavera. Para esto oigo todavía la voz de ultratumba del técnico cuando me da la noticia sobre el estado de mi computadora: mal, muy mal, prepárate para lo peor. Siento como el corazón se me cae al calzón. ¿Quién soy yo sin mi iMac? Fuertísimos hábitos y la gran parte de mi trabajo se centran en este aparato. En él edito mis videos, trabajo mis fotos, escribo, traduzco, redacto, tipeo los dictados de un noble señor suizo, escucho mi música, veo dvds y, gracias a un modesto módem, navego viento en popa por el ciberespacio. (Esto último, claro, en una ciudad como Lima donde hay miles de miles de miles de cabinas de internet, es lo de menos.) También, lo admito con cierta vergüenza, juego horas solitario, a veces corroída por un sentimiento culposo por no hacer algo útil -un sentimiento que se disiparía cuando el juego se enrolla, por así decirlo, sobre sí mismo, como un mantra, y todo es absorbido por los rugidos del movimiento rotativo de la rueda de la fortuna. Ahora, hay muchas, muchísimas actividades así llamadas útiles que no son útiles para nada y sólo aumentan el ruido y el caos ya reinantes. Nada dura para siempre. Lo que puede ir mal, irá mal, tarde o temprano. Es la ley. Klik! en un abrir y cerrar de ojos, todo puede acabarse. Hay gente que no soporta oir estas cosas y tratará por todos los medios de acallarte. Como lo dice este verso de T.S. Eliot:
"Go go, go, said the bird - humankind cannot bear much reality" (Vete, vete, vete - los humanos no pueden soportar mucha realidad)
La cuasi muerte de mi computadora me ha confrontado con mi propia mortalidad, con lo fragil y fantasmagórico de todo lo existente. Sólo queda un disco duro lleno de datos que ya no significan nada, como la caja negra de un avión accidentado. ¿Qué pajarraco nacerá de estas cenizas?

viernes, agosto 04, 2006

De vuelta en la capital

Con más de 400 fotos (he sido moderada) en el chip empolvado de mi camarita he vuelto a Lima y, para mi desesperación, no solamente mi computadora no prende y me veo obligada a usar una máquina ajena -cosa que me inhibe de cierta manera- sino que (por alguna razón siempre misteriosa) no puedo subir las imágenes a Blogger. Acto seguido me enredo en una pelea incendiaria con una amiga y después explota la cafetera, dejando mi cocina hecha un desastre. Como dijo Jaime Baily, citando al piña y esquizofrénico Denis Falvy quien a su vez citó a no sé quién: lo que puede ir mal, va a ir mal de todas maneras. Sea como fuere, insistiré en mi cometido de ir posteando en los siguientes días una serie de fotos del viaje al desierto iqueño, más precisamente, al bajo valle del Río Ica, en la costa sur del Perú, donde el viento, el sol, la arena y, ocasionalmente, el río son los supremos diseñadores del paisaje. (Y, claro, el hombre, incapaz de abstenerse, hace lo suyo.) A continuación las imágenes que he podido subir hasta el momento

La salida. Salí de Lima una tardecita de julio con intensa garúa














Las dunas











El huarango, árbol diseñado para sobrevivir mil años en el desierto; creador de microclimas y proveedor de sombra, frutos altamente nutritivos, forraje y una madera muy duradera. Además acobija una gran biodiversidad. El huarango es talado y depredado despiadadamente para producir carbón. mayormente para las pollerías de Ica y Lima, agudizando la desertificación en la región.









Continuará (Dios mediante, je, je)...