















La única manera de tolerar una inauguración es cámara en mano. La cámara funge como un filtro, proporcionando una sana distancia con el circo social, cuyos códigos, por lo general, escapan a mi entendimiento. Para decirlo exageradamente, los mozos que sirven los vinitos y bocaditos son, en esas ocasiones, los únicos seres con los que llego a relacionarme de alguna manera. Pero con una cámara mediante, el evento obtiene un matiz novedoso; los personajes que, en otra circunstancia, podrían resultarme insoportables, tediosos, vacuos, se vuelven de pronto interesantes y hasta divertidos, en todo caso, dignos de atención; es más, c u a l q u i e r cosa se vuelve digna de atención. En suma, la cámara es mi salvación.
4 comentarios:
Flaca me encanta tu blog... pero hay que incluir los respectivos coments en sus adecuados y específicos espacios...es provocador y auténtico... como tú...de ahí su originalidad...las distancias permiten ver mejor las cosas...no es que sea mejor ni peor...la realidad esta ahí para recrearse...y claro cagarse de risa.
¿Mi identidad será otros? o anónimo? Probaré.
Cecilia Themme
La pregunta que me viene a la mente es: Porque tienes que ir a un lugar donde no quieres estar?
porque ahí precisamente esta la gracia o ke?
Cecilia T.
Ah, si pudiéramos siempre estar donde queremos. La vida es bastante más complicada -un constante balanceo entre lo que queremos y no queremos. Pero, ¿quién es este yo que quiere o no quiere estar aquí o allá? Cuanto más se investigue esta pregunta, tanto más desvanece, y lo que llamamos "yo" revela ser el núcleo vacío de una ficción.
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