martes, julio 04, 2006
dolce far niente
"¡Cuánto mal evitaríamos si fuéramos capaces de quedarnos tranquilos en casa!"...(Pensaba que esta era una cita de algún maestro zen, pero después alguien me dijo que era de Pascal, pero, en verdad, qué importa, es la naturaleza de las citas que floten por ahí y estén al alcance de quienes las necesiten.) Lo más difícil es no hacer nada. Ya sabemos cómo es eso, no hacemos nada y empezamos a sentirnos culposos y todo eso. O, supongamos, que eres uno de esos que se ha dado cuenta de que el diario ajetreo y todos los esfuerzos y buenos propósitos son vanos y buscas ahora la salvación en la meditación y en el no hacer nada - pues sé que también esa es una trampa. Al final de cuentas, tratar de hacer de no hacer nada también es hacer algo. Sea como fuere, hoy salió improvisamente el sol, no el tímido solcito de invierno, un solazo como en verano, como para ponerse la ropa de baño e ir a la playa. Por unos momentos me veo en el fuego cruzado de qué hacer…de ninguna manera quedarse en casa con este sol…agarrar la cámara y volcarme a la calle…no, ya mucha foto...en verdad tendría que hacer esos trámites urgentes…¿pero con este sol?…o tal vez simplemente echarme en la hamaca y terminar de leer ese libro que dejé de lado…no, no, no…sí, sí, sí. Finalmente acabé en la hamaca con el libro que pronto se me cayó de la mano y quedé meciéndome suavemente entre sol y sombra, oía el susurro del viento en las hojas iluminadas, el ruido del tráfico en todas sus frecuencias, el sordo martilleo de una construcción, acallado ocasionalmente por el estridente chillido de una motosierra, el revoloteo de las cuculis en el árbol, las voces de las chicas de al lado, los ladridos de un perro, un bocinazo, una puerta que se cierra, el taca-taca de pasos en el asfalto, el sorprendente y entusiástico canto de un chisco, el zumbido soñoliento de una mosca, el sonido de un teléfono, algo que me pica en el pie, el aire que respiro, los calmos latidos del corazón, inmenso bienestar…Oh, dolce far niente! Pero, ¿qué es esto? Ni cuenta me di, ya había saltado de la hamaca y corrido por mi cámara y estaba tomando fotos para el siguiente post en el blog.
Para cacabar, otra cita, esta vez sí de Pascal: “Dicen que el hábito es una segunda naturaleza. Quien sabe, empero, si la naturaleza no es primero un hábito.”
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