miércoles, noviembre 08, 2006

Camino a Cieneguilla

El domingo pasado fui a visitar a mis amigos en Cieneguilla. Estamos en la cúspide de la campaña electoral municipal y el camino está plagado de propaganda. Carteles ENORMES. ENORMES fotos de las ENORMES carotas de los candidatos y sus ENORMES consignas. “¡Sí cumple! ¡Sí trabaja!. ¡Más obras! ¡Más trabajo! ¡Juntos lo lograremos!” etc.



Punto aparte, sugiero que al menos se elimine sus efigies descomunales. Si no, miren solamente a la de este sujeto, candidato del FREPAP (el del pescadito).


Esperé un buen tiempo frente a la Agraria hasta que pasara una combi con un asiento libre (al fondo, claro). En el camino la combi fue llenándose más y más y pronto quedé atrapada entre cuerpos. Tomé fotos como pude, con cierta cara dura, inclinándome por delante y detrás de los pasajeros, torciéndome hacia todos los lados. En cuanto a las fotos, me resultan sorprendentes por el hecho de que la mayoría no representan los motivos que hubiera tomado, pudiendo moverme libremente o detenerme un rato. Es una de las cosas con las cámaras digitales: de apretar el obturador hasta que haga klik! pasa una eternidad o, al menos, eso me parecía. Es decir, lo que sale en muchas de las fotos es lo que viene justo después de aquello a lo que había apuntado. No son las fotos que tomé. Son fotos anónimas. Recién las últimas 18 fueron tomadas con detenimiento (no mucho claro, siempre está la paranoia de que te roben), pues el último trecho hasta la casa de mis amigos fue a pie.




















































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