

































Regresando de Pacasmayo a Lima nos quedamos una noche en Tortugas, cerca de Casma. Es una bahía perfectamente redonda de aguas muy tranquilas, combinación de balneario y pueblo de pescadores, con criaderos de conchas de abanico. Muy temprano a la mañana siguiente di una vuelta por la orilla de la bahía que tenía este aspecto negro: negra la playa, negras las peñas, negros los cerros, negro el mar, negro el cielo. Parecía una isla del Japón, o lo que en mi imaginación sería una isla del archipiélago japonés.